domingo, 1 de diciembre de 2013


Y aquí estas de nuevo, mira que has tardado poco. Un abrir y cerrar de ojos. Parece que cada año tienes más prisa. Llegas y no se si alegrarme o llorar. Me recuerdas que el tiempo es lo que más rápido pasa y que me quedan apenas días para despedir otro año. Me traes frío y haces que me siente en el sofá, en la cama o delante de una chimenea mientras pienso que no he cumplido ninguno de los propósitos que hice a comienzos de año, el uno de Enero para ser exactos. Quizás pensé que tendría más tiempo pero no, llegas de sopetón y sin llamar antes de entrar. Eres el mes más especial quizás porque la mitad de la gente te odia y la otra mitad adora tu llegada. Yo voy a colocarme en medio de la línea. Apareces con un cartel en la frente diciéndonos a todos que nos quedan treinta y un días para sacar conclusiones del año vivido. Llegan los arrepentimientos al igual que las sonrisas por cada victoria, balances de lo bueno y lo malo, piensas en aquellas personas a las que no debes perder nunca y todas esas que se han ido a lo largo del año, incluso antes de que tu llegases. Vienes cargado de emociones al fin y al cabo. Bienvenido un año más Diciembre.

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