lunes, 14 de marzo de 2016


Vamos a recordar. Si, recordemos. Vamos a recordar todos los trenes que hemos dejado pasar cuando en realidad queríamos montarnos. Vamos a recordar las veces que hemos dicho “adiós” cuando en realidad nos moríamos por decir “ven”. Vamos a recordar el tiempo que hemos perdido intentando buscar respuestas a preguntas que ni siquiera nos hemos atrevido a formular. Vamos a recordar las veces que nos hemos dado la vuelta cinco segundo más tarde que el contrario. Vamos a recordar cada momento donde hemos hecho justamente lo contrario a lo que nuestro corazón nos decía. Vamos a recordar las veces que hemos creído que era tarde cuando en realidad era más pronto de lo que imaginábamos. Vamos a recordar todas las frases que hemos leído una y otra vez para intentar sacar un significado completamente distinto, sin éxito alguno. Vamos a recordar lo bonitas que son las coincidencias y también lo poco que sabemos aprovecharlas. Vamos a recordar las veces que hemos fallado y las que nos han fallado. Vamos a recordar los “tu veras…”. Vamos a recordar todas las veces que hemos retrocedido para después avanzar. Vamos a recordar con dos billetes de avión en la mano. Vamos a recordar mientras bailamos nuestra canción favorita. Vamos a recordar que dos pueden más que uno. Vamos a recordar sin abrir la boca. Vamos a recordar mirándonos a los ojos. Vamos a recordar porque nos olvidamos de hacerlo.