miércoles, 30 de noviembre de 2016

"Creo. Creo en esto que nos ha pasado. Si, en esto, porque no puedo llamarlo de otra manera. Porque no me salen las palabras. No consigo encontrar definición a esta historia que me traspasa desde hace meses. Porque juro que es así. Creo que algo ha pasado. Algo nos ha pasado y nos ha traspasado, y joder, si hay alguien detrás de esa flecha, gracias de verdad. Creo que el destino me guiñó un ojo y me invitó a ser la protagonista de algo tan mágico que no soy capaz de contar. Creo en las historias pasajeras, en los amores a primera vista, en los ni si, ni no, creo en el amor, pero creo en esto por encima de todo lo demás, y os prometo que da vértigo. Creo en la felicidad y creo en ella porque la he tocado con la palma de mis dedos. Creo en lo rápido que puede llegar a pasar el tiempo cuando tienes calma a tu lado. Creo en todas aquellas cosas por las que hemos tenido que pasar para llegar hasta aquí. Creo en los pequeños momentos, en los instantes. Creo en la magia que me rodea desde que decidí sentarme en la silla que estaba justo a tu lado. Creo en el destino por todas esas veces que no he creído. Creo en la gente que cree, pero sobre todo creo en ti. Creo en todo aquello que no se explicar. Creo en nosotros. Creo que creer es difícil y que yo lo he conseguido."

domingo, 5 de junio de 2016

“Guardaremos bajo llave hasta el último detalle y que pase lo que tenga que pasar” 
Y dicen que de repente, sucede. De repente ese constante no, se convierte en un precioso si. Las cosas que siempre has negado empiezan a darse la vuelta, las sonrisas empiezan a ser más sinceras que nunca y lo de llorar, pero solo de risa, empieza a formar parte del día a día. Cuando las canciones te hablan y la piel se eriza en la primera palabra. Cuando el café solo ya no te gusta. Cuando la prisa pasa a ser secundaria y lo de vivir sin relojes pasa a ser primordial. Cuando cualquier tropiezo se arregla con cuatro palabras al oído. Cuando no sé sabe el destino, pero si todas las cosas que llevará la maleta. Cuando sabes que solo ira llena de emociones e ilusiones, porque lo demás ¿para qué? Cuando la vida cambia de planes, cambia tus planes, y sonríes, le sonríes mientras das las gracias por todo y por nada. Cuando sucede, sin más.

lunes, 14 de marzo de 2016


Vamos a recordar. Si, recordemos. Vamos a recordar todos los trenes que hemos dejado pasar cuando en realidad queríamos montarnos. Vamos a recordar las veces que hemos dicho “adiós” cuando en realidad nos moríamos por decir “ven”. Vamos a recordar el tiempo que hemos perdido intentando buscar respuestas a preguntas que ni siquiera nos hemos atrevido a formular. Vamos a recordar las veces que nos hemos dado la vuelta cinco segundo más tarde que el contrario. Vamos a recordar cada momento donde hemos hecho justamente lo contrario a lo que nuestro corazón nos decía. Vamos a recordar las veces que hemos creído que era tarde cuando en realidad era más pronto de lo que imaginábamos. Vamos a recordar todas las frases que hemos leído una y otra vez para intentar sacar un significado completamente distinto, sin éxito alguno. Vamos a recordar lo bonitas que son las coincidencias y también lo poco que sabemos aprovecharlas. Vamos a recordar las veces que hemos fallado y las que nos han fallado. Vamos a recordar los “tu veras…”. Vamos a recordar todas las veces que hemos retrocedido para después avanzar. Vamos a recordar con dos billetes de avión en la mano. Vamos a recordar mientras bailamos nuestra canción favorita. Vamos a recordar que dos pueden más que uno. Vamos a recordar sin abrir la boca. Vamos a recordar mirándonos a los ojos. Vamos a recordar porque nos olvidamos de hacerlo.

martes, 9 de febrero de 2016

“Por nuestra vida pasarán muchas personas, pero no todas para quedarse. Algunas llegarán para darnos grandes lecciones que jamás olvidaremos. Otras entrarán sin avisar y lo pondrán todo patas arriba, mientras salen sin decir ni siquiera adiós. Si, ni un simple hasta luego. Otras irán intentando entrar poco a poco, por la puerta pequeñita y acabarán siendo tan grandes que ya no puedan salir. Luego están las que saldrán por la puerta grande, y menos mal. También esas que entrarán, saldrán, entrarán y volverán a salir. Si, esas que no saben ni donde aterrizar. Algunas llegarán para quererte, otras para hacerte reír, otras para hacer que dejes de tropezarte con piedras y otras que te pondrán esas mismas piedras. No todas van a quedarse a nuestro lado, pero de cada una de ellas aprenderemos algo que siempre tendremos que agradecer. “